Que para bien o para mal Barack Obama ha seducido a gran parte del planeta es un hecho. Líderes mundiales de toda ideología, pueblos distantes y diferentes entre sí, el flamante presidente de los Estados Unidos se ha metido a todo dios en el bolsillo con ese halo de confianza y esperanza en el futuro que le rodea.
Pero, ¿se trata de un don natural?
Como en todo en esta vida, hay parte aprendida y parte que se debe sólo y exclusivamente al poder del ADN. Está claro que la planta de Obama es un punto grande a su favor, como también el tono de su voz, ligeramente aterciopelada pero sin empalagar. Sin embargo, lo que tiene es mucha técnica, técnica, técnica, y práctica de oratoria. Y ahora en septiembre, una de las mejores épocas para buscar trabajo, no nos viene mal conocerla un poco.
A mucha gente le intimida hablar en público. El temor a decir algo inapropiado, o a que se nos olvide lo que hemos preparado con tanto trabajo, o incluso a empezar asudar y a tartamudear, en definitiva, el temor a hacer el ridículo nos bloquea y hace que lo evitemos. Sin embargo, para acceder a ciertos niveles en el ámbito laboral es imprescindible hablar en público.
Existen profesionales que se dedican exclusivamente a enseñar el lenguaje corporal correcto. Y es que a la hora de hablar a una multitud, el lenguaje corporal representa más de un 90% de la eficacia en la recepción del mensaje. El contenido, no alcanza un 10. O lo que es lo mismo: es más importante el cómo lo dices que el qué.
Los asesores de campaña lo saben bien, de ahí que si prestas un poquito de atención a lo que realmente están diciendo los políticos te indignes y pierdas la fe en la democracia (sobre todo en los políticos españoles, que aún están dando pasos de bebé en comparación con los estadounidenses). En USA son verdaderos expertos en esto.
Volviendo a un nivel doméstico, existen una serie de trucos que nos darán cofianza y credibilidad a la hora de dirigirnos a una audiencia:
- Planificación: Debe ser lo primero, porque la falta de preparación suele ser el primer motivo que nos pone nerviosos. Siempre habrá que tener en cuenta a quién nos estamos dirigiendo, de cuánto tiempo disponemos, cuál es el mensaje exacto que queremos transmitir y cómo queremos transmitirlo.
- Mantente siempre erguido. No como si tuvieras una vara en salva sea la parte, pero imagina que te jalaran de un mechón de pelo en la coronilla hacia arriba. Los líderes no tienen chepa.
- Mira a los ojos de tu público. Esta, aunque parezca la más tonta, es la más complicada. Normalmente nos pone nerviosos mirar a los ojos de los demás (al animal irracional que llevamos dentro). El truco está en no ver los ojos. A lo Machado. El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas… Bla, bla. Mira a los ojos del otro sin pensar que son ojos. Practica en casa, no es tan raro como parece.
- ¿Qué hago con las manos? Una pregunta básica que se hace todo el mundo cuando le toca este papelón. Nada de dejarlas caer a lo largo del cuerpo como si fueran fardos, ni pellizcarse los dedos de las manos. El modo tetera (o Rasgo de Reconicimiento Certificado de In & Out) también está prohibido. Hay que hablar con los brazos, son el soporte de nuestras palabras. Ponlos perpendiculares a la cintura y muévelos a una velocidad acorde al énfasisde tus palabras. Cuidado: practica ante el espejo para que no quede falso, acartonado.
- Ideas, ideas, ideas. Íntimamente unido a la planificación. Tu mensaje tiene que ser concreto, aunque lo repitas diez veces de diez formas distintas. Y las ideas que quieres que le queden claro al receptor tienes que asegurarte de que están claritas. ¿Cómo hacerlo? Las frases cortas serán tus aliadas. Olvida los adjetivos, busca sustantivos con fuerza. Ellos serán tus mejores aliados.
- Cuida tu vestuario. Pero al milímetro. En Mensencia puedes encontrar todos los consejos que necesitas en este campo. Nunca subestimes la importancia de tu aspecto a la hora de hablar al público. Tienes que procurar que, pareciendo espontáneo y auténtico, en realidad no haya nada fuera de tu control. Controla la imagen general (el conjunto) y para que funcione trabaja cada detalle por separado (zapatos, camisa, pantalones). Y lo más importante: tu cara, tu pelo. Las greñas son para el verano.
2 comentarios
Definitivamente es indispensable aprender a manejar nuestro lenguaje corporal y leer el de los demás, principalmente en el mundo de los negocios y en el liderazgo. Excelente publicación Miguel.
ReplyRoberto Nova
Gracias Roberto, para mi es un placer que sigas mi blog...
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